El teme de los carteles que poco tienen que ver con la temática de la película me ha traído a la memoria otros trucos de "distribuidor". Tal era la fama de Walt Disney, que en más de una ocasión los distribuidores han recurrido a añadir el nombre de Walt Disney en los carteles de sus películas de animación, imitando incluso la tipografía del nombre, para ver si colaba y captaban clientes despistados.
¿Verdad, La isla del tesoro?